Por las calles del centro de Portoviejo corre un aire de
dolor. De profundo dolor. La Policía impide el paso de la gente hacia la parte
central de la tragedia. La soledad hace el panorama aún más entristecedor.
Pocos militares circulan en grupos, algunos rescatistas hacen su trabajo.
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El drama inicia en la entrada a Pedernales
Es fácil darse cuenta cuando uno va entrando a Pedernales,
no es necesario un letrero. El ambiente cambia, se torna tenso y se empiezan a
ver las familias en la vía, instaladas bajo ‘carpas’ improvisadas, hechas de
caña y con cubierta de plástico. Están sentados, esperando que alguna de las
cientos de personas que pasan por esta arteria, que anteriormente llevaba hacia
el disfrute de la playa, les brinden algo: comida, ropa, lo que sea.
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Tarqui, corazón comercial de Manta, tiene las luces apagadas
"Tarqui
de playa…, de hoteles… de los amigos... de gente sencilla sepultada en su
trabajo”. Los versos circulan por redes sociales. Es el réquiem del escritor
Pedro Gil sobre la tragedia ocurrida en su parroquia. En este, que era el
corazón comercial de Manta, ahora solo quedan ruinas de edificios y montañas de
escombros y retroexcavadoras.
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La semana que sumió en la tristeza a Ecuador
“Mi señora se estaba pintando frente al espejo”, atina a
decir Jorge Mendoza, de 53 años, sobre la última imagen que recuerda de su
esposa, Janeth Vera, de 52. Dice que sonreía frente a la imagen reflejada en el
marco de madera a las 18:58 del 16 de abril pasado. Ambos se alistaban para ir
a un bautizo en el cantón Jama, en la costa norte de Manabí, cuando
repentinamente los cuadros cayeron, las ventanas se trizaron.
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