viernes, 15 de febrero de 2019

Hotel Voyeur...


¿A qué se atrevería un periodista por contar una buena historia? La ambición de quienes se dedican a escribir sobre los otros no se mide en dólares, si no en lo fantástico o increíble que puedan resultar los hechos. Los más grandes periodistas han caído en el juego. Al final, más allá de las fuentes bibliográficas, tienen que decidir si confiar o no en la palabra de los protagonistas.

Una situación así fue la que llevó al gran Gay Talese a no publicar una de sus minuciosas crónicas. El periodista y escritor estadounidense hizo un trato con una de sus fuentes más controversiales: Gerald Foos, propietario de un motel en Denver. Foos había colocado en los techos unos pasadizos secretos que llegaban hasta unos rincones desde donde espiaba durante noches enteras a los huéspedes.

En las noches, daba paseos por el falso techo. registraba en sus diarios todo lo que analizó de los encuentros sexuales de sus clientes durante treinta años (1966-1990). Cuando acabó estas memorias, consciente de que se podía meter en un gran lío, se puso en contacto con Talese y lo invitó a pasar tres días en su motel.

Talese esperó 36 años para que los delitos prescribieran y vendió el artículo en exclusiva al New Yorker y el manuscrito del libro a la editorial Grove Atlantic. “Yo cuento la verdad y tú convives con ella, ese es el trato”, acordaron. Pero toda esa verdad se derrumbó en 2016, una semana antes de hacer pública obra de no-ficción: ‘El motel del voyeur’. The Washington Post encontró inconsistencias en algunos datos. Talese se sintió defraudado, engañado y decidió no sacar a la luz su obra.

El documental ‘Voyeur’, disponible en Netflix, da cuenta del paradójico final de esta historia y del momento de pánico que vivió esta estrella del periodismo narrativo.

Roque Rivas Zambrano


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Sexo, mentiras, mirones y el matamoscas de Gay Talese
Revista Vanity Fair.- Revista El documental que explica el proceso de documentación y escritura de ‘El motel del voyeur’ aumenta las dudas sobre los métodos y la credibilidad del famoso periodista.

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Gay Talese: ‘Todos hemos hecho algo de lo que nos hemos arrepentido’

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Gay Talese
El Cultural.- Gay Talese es el padre del Nuevo Periodismo. El hijo de un modesto sastre italiano que se convirtió en una leyenda del periodismo, el hombre capaz de todo por contar una buena historia -desde rastrear a los tipos más excéntricos que pululan por Nueva York hasta intimar con un temible clan de la mafia italoamericana, desde frecuentar comunas nudistas hasta investigar la vida de estrellas del deporte y del espectáculo después de que se apaguen los focos- habla en primera persona. El retrato de sus familiares, sus restaurantes predilectos en Manhattan, el escandaloso caso Bobbitt o los entresijos de sus libros más recordados se dan cita en estas páginas deslumbrantes.

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Internet Política



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Periodismo digital: un reto en América Latina y el Caribe



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Reportero investigador



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José Manuel de Pablos Coello, catedrático de Periodismo de la Universidad de La Laguna, España.- El periodismo de investigación se realiza a través de cinco fases, que llamaremos 5P (la P es la inicial de cada una de las cinco fases indicadas), ineludibles en todo proceso investigador periodístico, como veremos. La conveniencia de conocer ese proceso de las 5P tiene su indudable interés, ya que el profesional podrá saber en todo momento en qué estadio se encuentra y, con ello, estar preparado para la siguiente fase, caso de no haber concluido la etapa ya iniciada, aunque varias de ellas pueden estar abiertas a la vez.

Las cinco fases P son éstas, a saber:
1ª fase P, la pista.
2ª fase P, la pesquisa.
3ª fase P, la publicación.
4ª fase P, la presión.
5ª fase P, la prisión.


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