domingo, 17 de enero de 2021

25 pautas para que los periodistas cubran los disturbios de manera segura

 

Poynter. Una turba que asedió el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero rápidamente identificó como objetivos a los periodistas asignados para cubrir el ataque. Los periodistas que se encontraban en el lugar fueron amenazados, acosados ​​y agredidos físicamente. Más tarde esa noche, la policía arrestó brevemente a dos periodistas mientras rodaban sus cámaras.


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Poynter. Los crecientes actos de violencia contra periodistas están haciendo que muchas redacciones reconsideren algunas de las mejores prácticas éticas. Estos estándares en evolución van más allá de las recomendaciones para cubrir manifestaciones y violencia política. A continuación, se muestra un resumen de las formas de equilibrar la necesidad de documentar el primer borrador de la historia con la necesidad de mantener a los periodistas seguros.

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Poynter. Laura Figueroa Hernandez ha estado pensando mucho en su seguridad. El corresponsal de Newsday en la Casa Blanca cubrirá la toma de posesión del presidente electo Joe Biden la próxima semana y dijo que ha tenido conversaciones con su jefe sobre las formas en que puede protegerse. Para empezar, Newsday le está enviando un casco protector. Después de la insurrección del 6 de enero y el acceso aún no está claro, algunos periodistas están siendo más cautelosos con la seguridad.

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Poynter. Deje de invalidar carreras en el espacio de la audiencia. Las habilidades que se cultivan al trabajar con la audiencia lo convierten en un periodista increíblemente completo.

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El retorno a las calles después del horror

 

Por José María León Cabrera, Salud con Lupa. Con la pandemia aún en ascenso, los ecuatorianos tienen que regresar a las calles para sostener a sus familias. Después del colapso de las funerarias y los féretros a la intemperie, al país le toca iniciar una recuperación nacional.

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Karla Crespo, La Andariega. En Ecuador cada tres días ocurre un femicidio. Con esta realidad, millones de mujeres y niñas no tuvieron más opción que pasar la cuarentena con sus agresores y sin acceso a servicios de asistencia. Los cuerpos de María y Brigith fueron tragados por ríos. No se conocían, pero compartían una misma historia: la violencia. Las dos fueron asesinadas por sus parejas durante el primer mes de la cuarentena. Los cuerpos de las dos terminaron en ríos como el de otros cientos de mujeres. Los ríos que dan vida, también son utilizados por femicidas para ocultar la muerte.

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