Hace 14 años, el 13 de mayo de 2002, escribí una carta
dirigida a Marco Villarruel, en aquel entonces decano de la Facultad de
Comunicación Social (Facso). El objetivo fue presentar la propuesta para un
periódico institucional.
Contenía sugerencias en cuanto al nombre, tipo de papel,
distribución, financiamiento, tiraje, cobertura, entre otros aspectos. La idea
era socializarlo con quienes conformaban la comunidad académica: profesores,
estudiantes y trabajadores, para que colaboraran en su ejecución.
La iniciativa tuvo una respuesta favorable. En junio del
mismo año empezó a circular el ‘Máss Comunicación’, a cargo de varios
profesores de la Facultad y que constituyó un espacio donde los estudiantes
pusieron en práctica sus conocimientos sobre géneros periodísticos.
El periódico tenía una orientación académica,
interpretativa, crítica y reflexiva. Con ediciones frecuentes, unas mejores que
otras, se sostuvo hasta 2013. En este año se decidió parar su circulación por
un tema de presupuesto. Es curioso que la desaparición de la versión física
coincidiera con la crisis mundial de los medios impresos.
Fue como si el fenómeno se replicara en un laboratorio
pequeño. La diferencia radica en que en la industria periodística una de las
tendencias es la innovación y la reinvención. La estrategia que aplican los
medios es la de experimentar con los contenidos y adaptar las viejas bases del
negocio a las nuevas plataformas.
El ‘Máss Comunicación’ no es más que un periódico de
ayer, que murió con el papel. No se planteó la posibilidad de crear un una
versión digital como ‘La Palabra’, en la Universidad del Valle de Colombia.
Irónico que en una Facultad de Periodismo, como la nuestra, no exista un
periódico, ni la intención de crearlo en otros soportes.
Roque Rivas
Zambrano
roque@lahora.com.ec
roque1rivasz@gmail.com
salvataje@yahoo.com