sábado, 23 de julio de 2022

¿Las redes sociales son una fuente confiable para informar?


Luis Miguel Cruz.
El internet nació como un sueño. Se decía que su creación, entre muchos otros beneficios, permitiría la democratización de la información, pues sería un canal abierto para todos y libre del control de los gobiernos y las grandes empresas. Es un hecho que las grandes élites han batallado por dominarlo, pero eventualmente han terminado imponiéndose en muchos aspectos. Por su parte, su expansión entre el grueso de la sociedad ha sido más bien caótica. Cuando todo parecía perdido, las esperanzas resurgieron con el surgimiento de las redes sociales. A casi 20 años de que su auge comenzara con Facebook, ¿podemos realmente decir que sirven para informar?


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'El reto del periodismo científico ahora es saber cómo comunicar la incertidumbre'

Cary Funk, directora de investigación sobre ciencia y sociedad en Pew Research Center.

Sinc. La pandemia ha puesto a la ciencia en el centro de atención como no se había visto antes. La confianza de la ciudadanía en este ámbito ha sufrido altibajos, debido a la confusión generada por los continuos cambios en la información a medida que aprendíamos más sobre el coronavirus. Sin embargo, la credibilidad de la comunidad científica sigue siendo más alta que la de otros grupos e instituciones, comenta esta experta en investigación de la opinión pública


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Opinión: Dejé de leer noticias. ¿El problema soy yo o son los productos?


The Washington Post. Tengo un secreto. Lo mantuve oculto por más tiempo del que me gustaría admitir. Se sentía poco profesional, vagamente vergonzoso. No era quien yo quería ser. Pero aquí les va: he estado evitando vigorosamente las noticias durante años. Horas consumiendo las noticias y llamándolo “trabajo”. Todas las mañanas leía The Washington Post, The New York Times y, a veces, The Wall Street Journal. En mi oficina de la revista Time, tenía un televisor sintonizado a CNN. Escuchaba NPR en la ducha. Los fines de semana devoraba la New Yorker. Sentía que era mi deber estar informada, como ciudadana y como periodista, pero también me encantaba. Por lo general, me hacía sentir más curiosa, no menos.


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