domingo, 2 de noviembre de 2025

Patrícia Campos Mello: cómo se manipula una democracia en la era digital

 
Patricia Campos Mello en el Festival Gabo 2025. Foto: Fundación Gabo.

Gabo. La desinformación se ha consolidado como una de las amenazas más críticas para la integridad de los procesos democráticos en Latinoamérica. Su capacidad para polarizar sociedades, erosionar la confianza en las instituciones y manipular la opinión pública la convierte en un arma de alta efectividad en la contienda política. Comprender la evolución de sus estrategias no es solo un ejercicio académico, sino una necesidad estratégica para periodistas, analistas y ciudadanos comprometidos con la defensa de un ecosistema informativo saludable. En este contexto, la periodista brasileña Patrícia Campos Mello ha emergido como una de las autoridades más autorizadas en la materia. Como reportera especial de Folha de S.Paulo, autora del libro La máquina del odio y recientemente galardonada con el Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo, sus investigaciones han expuesto las operaciones de manipulación digital en Brasil, India y Estados Unidos. Su trabajo, que combina el periodismo de campo con el análisis de datos y que fue profundizado durante su tiempo como investigadora en la Universidad de Columbia, no solo ha recibido múltiples premios, sino que ha impulsado cambios concretos en la legislación electoral brasileña.

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Crímenes contra los periodistas: en México, 'la principal fuente de agresión es el Estado'

 
Mural inaugurado en memoria de la periodista Miroslava Breach, asesinada tras denunciar los vínculos entre las autoridades y los narcotraficantes en 2017, en Ciudad de México, el 21 de marzo de 2025. © AFP/Yuri Cortez.

RFI. "La principal fuente de agresión hacia personas periodistas en nuestro país es el Estado, son las autoridades", afirma Mariana Suárez, de la organización de defensa de la prensa Article 19 en Ciudad de México. Explica cómo la infiltración del crimen organizado en todos los niveles del Gobierno expone a los periodistas mexicanos que cubren temas pesados como la corrupción o el narcotráfico. Son víctimas de agresiones físicas, pero también de amenazas y acoso. Y si bien existe una fuerza policial por delitos contra la libertad de expresión en México, el año pasado solo se abrieron 84 investigaciones, todos los delitos combinados.

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