sábado, 7 de septiembre de 2024

Los nuevos contornos del periodismo

Carmela Ríos, columnista de El País, España.

Carmela Ríos, El País. La montaña de artículos que la prensa española se ha visto obligada a dedicar al líder del partido Se Acabó La Fiesta y su hazaña europea es otro monumento más a la ceguera de la que los periodistas hemos hecho gala a la hora de observar, valorar y contar a los ciudadanos el decisivo papel que desempeñan las redes sociales en la conquista del poder. Necesitamos adaptar nuestras rutinas profesionales a esta nueva realidad de la comunicación que propulsa al estrellato a personajes que los periodistas ni olemos y que, sin embargo, son capaces de enredar emocional e ideológicamente a un número creciente de votantes con ira, épica y sentido de pertenencia. El trazo grueso es el lenguaje orgánico de las redes sociales, así como la desinhibición moral, que no parece pasar factura: el odio, la ridiculización, el chantaje, la extorsión y la amenaza constituyen una base eficaz de estas nuevas sendas al poder.


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Cierres y despidos masivos: el futuro cada vez más sombrío del negocio periodístico

“Una nueva realidad ha calado en los medios antiguos”, dijo un analista sobre la industria de las noticias.Credit...Mark Abramson para The New York Times.

Michael M. GrynbaumJohn KoblinBenjamin Mullin y Katie Robertson, https://www.nytimes.com/. Periódicos importantes como The Washington Post están despidiendo a reporteros y editores, y el martes, Los Angeles Times despidió a más del 20 por ciento de su redacción. Los índices de audiencia de las noticias por cable han caído en medio de una contienda primaria presidencial no competitiva. Publicaciones célebres como Sports Illustrated, que ya eran una sombra de lo que alguna vez fueron, han sido vaciadas de la noche a la mañana. A medida que los estadounidenses se preparan para un año electoral en el que se experimentarán guerras de desinformación, propaganda generada por inteligencia artificial y un debate sobre el futuro de la democracia, la industria de las noticias tradicionales -que alguna vez fue el gran vigilante de los hechos y moderador del discurso público- está luchando por mantenerse a flote.


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