
Mi padre tiene ahora 68 años, su rostro está lleno de arrugas del tiempo. (Foto ilustrativa - Fuente: ST).
Gia Hai, https://www.vietnam.vn/ En la vida de cada persona habrá lecciones que no vienen de los libros, ni se enseñan en la escuela, sino que se enseñan, a veces ejemplifican, a través de historias, gestos, acciones y el inmenso amor de un padre por su hijo. Papá, aunque nunca ha cogido una pluma para escribir en un periódico, me ha enseñado a mí, un reportero que recién comienza en la profesión, a ser un ser humano, a hacer el trabajo con todo el corazón y con sinceridad. Esas lecciones preciosas e invaluables, ahora y siempre, serán siempre la “brújula” de mi vida, de mi carrera y el fuego que calienta mi alma durante los días inciertos entre la vida y la profesión de “portero literario”.
***
***