viernes, 13 de diciembre de 2019

La espera…


Martha, de 60 años, está fuera del consultorio de obstetricia del Centro de Salud. Estática, aguarda a que la doctora abra la puerta para preguntar por el eco que su hija no pudo retirar personalmente. Tiene la paciencia de quien vivió lo suficiente para saber que se requieren varias horas para resolver un trámite en el sector público. Cuando escucha el rechinar de la cerradura y sale el paciente que estaba en el consultorio, aprovecha para asomarse y solicitar el resultado del examen. En el Departamento de Estadísticas le dijeron que tenía que pedírselo al médico tratante.

La doctora, apresurada por la cantidad de pacientes en espera, le pregunta en qué mes se lo hizo. Le responde: “Agosto”. La especialista, sin constatar, le comunica: “No tengo ningún examen de esa fecha”. Cierra la puerta. Martha no se va. Se queda, como planta en maceta, en el mismo sitio hasta que la puerta se vuelve a abrir y puede insistir.

La ginecóloga le promete revisar en el sistema “apenas llegue”, porque al Internet se le ocurrió desaparecer en ese preciso instante. Martha, de pelo canoso, pecas y chal, se acomoda en una silla. Sabe que la espera se extenderá indefinidamente.

La espera en el sistema público de salud es incierta: 120 minutos para conseguir un certificado de reposo; ocho horas en una sala de Emergencias para ser atendido; doce semanas para que el cardiólogo que cambió la medicación de hipertensión haga un seguimiento; más de tres meses para recibir una quimioterapia oral o un antirretroviral, indispensables para detener enfermedades que avanzan a la velocidad de un rayo y son letales. Dicen que, a veces, el remedio resulta peor que la enfermedad. Y tienen razón. La burocracia y la poca empatía de ciertos profesionales suelen ser más desgastantes que cualquier padecimiento...

Roque Rivas Zambrano


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‘Fue visto como un enemigo’. Periodista argentino muerto en Bolivia: su cuerpo tenía golpes y creen que pudo ser asesinado

Sebastián Moro, periodista argentino.

Infocielo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos alertó sobre el grave hecho. El informe de la muerte del periodista argentino, Sebastián Moro, hablaba de una ACV Isquémico, pero su cuerpo presentaba golpes. Además, en su casa no se encontraron un cuaderno, un grabador y un chaleco de periodista. El testimonio de su familia. “Lo signos de violencia que presenta su cuerpo tiene golpes y moretones, externos e internos. Esos golpes no coinciden necesariamente con un ACV. Por eso se está pidiendo que intervenga de investigue la CIDH”, le contó a este portal, Penélope, la hermana del periodista fallecido.


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Tercera. En el periodismo tan importante como la mentira es el silencio y, en el caso del asesinato del corresponsal argentino Sebastián Moro, es clamoroso. ¿No es extraño en unos tiempos en los que se habla tanto de noticias falsas?, ¿no es extraño que los periodistas no hayan puesto el grito en el cielo por la muerte de un colega de profesión?

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El fotoperiodista argentino Facundo Molares se encuentra sin atención médica, casi ciego del ojo derecho, con edema pulmonar, hipertensión arterial y en situación de aislamiento. Solo lo dejan salir al patio media hora por día. Facundo está acusado de “homicidio, asociación delictuosa e instigación pública a delinquir”, ya que el gobierno boliviano indica que estuvo en un enfrentamiento en la localidad de Montero, hecho en el que murieron dos miembros de los grupos cívicos

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Por Gustavo Veiga. El caso del periodista Sebastián Moro llegó al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y se judicializó en los tribunales federales de Córdoba durante la última semana. A cuatro meses de su muerte dudosa en La Paz, Bolivia, el 16 de noviembre durante el golpe cívico-militar contra el expresidente Evo Morales, las denuncias podrían darle un nuevo impulso al complicado esclarecimiento del hecho.

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Opinión. Ocho conflictos del periodista en Bolivia y reflexiones en su día. Los comunicadores y periodistas Lupe Cajías, Boris Miranda y Marcelo Guardia identifican riesgos para la labor periodística y reflexionan sobre el gremio.

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Vaticannews. Bolivia celebró ayer 10 de mayo, el día del periodista, una celebración que se lleva a cabo desde 1938. El presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y Administrador Apostólico de la Diócesis de Potosí, Monseñor Ricardo Centellas resaltó el papel del periodista y las acciones del gobierno.

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El fotoperiodista se encontraba trabajando allí para una revista argentina y su padre pidió por carta al Presidente su repatriación. Facundo, además, está muy mal de salud.

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Señales. Más de un año después de que fuera encarcelado durante la dictadura de Jeanine Añez en Bolivia, regresó hoy a su tierra natal el fotoperiodista argentino Facundo Molares. Tras la decisión de un tribunal de otorgarle libertad provisional, el reportero, cuyo estado de salud es muy débil, volvió a esta capital, reportó el diario PáginaI12.

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Cuadernos Americanos


Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) es el espacio académico que la Universidad Nacional Autónoma de México creó para realizar su vocación latinoamericanista.

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Instagram como mundo de fantasía


ecuardeno. Aunque se ha convertido en la plataforma favorita de los adolescentes para compartir fotografías y videos de momentos selectos de sus vidas y divertirse en un mundo idealizado, Instagram requiere ser tomado en serio porque de modo creciente define la identidad de sus usuarios, modifica sus experiencias vitales y conforma sus expectativas de felicidad.


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