academia.edu. Cada diez minutos, el redactor dejaba de escribir y
levantaba la vista. Del techo colgaba una pantalla de plasma que mostraba
cifras y gráficos de colores para representar la audiencia de las noticias que
se publicaban en el sitio web del periódico. Los datos se actualizaban
prácticamente “en tiempo real” y permitían a la redacción conocer el “pulso
informativo” en todo momento y reaccionar “adecuadamente” ante el “ritmo que
marcaba la actualidad”, tal y como explicaba su director a quienes visitaban la
redacción digital del diario.
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academia.edu. “Hoy en día, la principal preocupación que tienen los
periodistas es conservar el puesto de trabajo (o buscarlo). Esta situación la
están aprovechando las empresas editoras y los anunciantes para ejercer mayores
presiones en los periodistas”. Esta fue una de las conclusiones del tercer
Laboratorio de Periodismo que organiza regularmente la Asociación de la Prensa
de Madrid. ¿Una exageración? ¿Realmente eso está pasando?
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