miércoles, 24 de noviembre de 2021

Substack.com

“En 2020, Substack se convirtió en el estándar de la industria del periodismo independiente. No moverse sería capitular ante la obsolescencia deliberada”.
David Warsh , directores económicos.

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Media-Tics. Los periodistas hemos dependido históricamente de los medios de comunicación, en sus más diversas versiones, para publicar nuestros trabajos y cobrar las correspondientes remuneraciones. Una de las grandes virtudes de la sociedad digital es la de ir suprimiendo paulatinamente los intermediarios en toda clase de sectores. Substack, fundada en San Francisco en 2017, es una, entre varias, que ha logrado un alto grado de madurez y nivel de uso. Su modelo comercial se basa en cobrar un 10% de comisión a los escritores por cada suscripción de pago que logren. El sistema se ha sofisticado con diferentes variables y hay una interesante declinación en español, con su potencial de más de 600 millones de hispanohablantes.

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Lo mejor del periodismo ecuatoriano fue reconocido en los premios Jorge Mantilla Ortega

 
Dayana Monroy (i) y Carolina Mella ganadoras del gran premio Jorge Mantilla (Foto: Carlos Granja Medranda). 

El Universo. La noche de este martes 23 de noviembre se realizó la gala de los premios Jorge Mantilla Ortega, en el auditorio de la Universidad de Las Américas, sede UdlaPark. El evento premia a los mejores trabajos periodísticos del Ecuador, esta vez fue su edición 28, el mismo volvió a la presencialidad después de haber realizado su anterior edición de manera virtual, debido a la pandemia de coronavirus. El gran premio Jorge Mantilla Ortega fue entregado para el trabajo periodístico “Historia de una prueba” realizado por Carolina Mella, Dayana Monroy y María Isabel González. Este reportaje realizado en versión podcast cuenta la historia del asesinato a Lisbeth Baquerizo y la corrupción que se manejó detrás del hecho suscitado en Guayaquil, el pasado 23 de diciembre de 2020.


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Ecuador. El 21 de diciembre de 2020, Lisbeth Baquerizo se sumó a las 118 mujeres asesinadas ese año en Ecuador, un país donde cada 72 horas ocurre un femicidio. El principal sospechoso, su esposo, intentó hacer pasar su muerte como un accidente. Pero, a diferencia de la mayoría de esas historias que el tiempo silencia, la de ella todavía es noticia. Mientras la investigación avanza lentamente en el sistema judicial, se revelan detalles que parecen sacados de una película de terror. 

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