miércoles, 26 de junio de 2019

Basil: Wallace Souza, el periodista que fabricaba crímenes para llegar primero

Wallace Souza, periodista brasilero.

La Red 21. El periodista Wallace Souza era el rey de la televisión brasileña. Era siempre el primero en llegar a las escenas del crimen, antes que cualquier otro canal, radio, periódico o portal. Canal Livre supo lo que es tener los ratings más altos de Brasil, pero años después se supo cómo hacía el Souza para conseguir exclusivas: mandaba a asesinar personas y cubría los sucesos de primero. Souza murió en un hospital en 2010 sin haberse sentado en el banquillo de los acusados. Tenía 51 años. Su historia es contada en la serie documental “Killer Ratings” del servicio de streaming Netflix.


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El País. Era el rey de las audiencias de televisión en una de las ciudades más peligrosas de Brasil. El público adoraba aquel programa, un cóctel de sucesos en su versión más sensacionalista -entrevistas con supuestos criminales, cadáveres acribillados, persecuciones policiales, toma de rehenes…- con humor de lo más burdo y actos de beneficencia. El periodista Wallace Souza sabía bien cómo atraer público con casquería televisiva. La audiencia se disparó tanto que le catapultó a la política, algo nada infrecuente en este país. Compatibilizó la tele con el escaño. Souza solía llegar al lugar del crimen el primero, antes que la policía. Su arresto en 2009 sorprendió a la ciudad de Manaos, en plena selva amazónica. Pero eso no fue nada. Para conmoción la que hubo al conocerse la acusación policial: ordenar crímenes para cubrirlos luego en su programa y aumentar la audiencia. Una historia surrealista que protagoniza la docuserie La muerte vende (Bandidos na TV en su título original) de Netflix.

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Infobae. En el competitivo mundo de la televisión hay quien cree que los números de rating son todo. El presentador televisivo brasileño Wallace Souza lo creía y por eso hizo hasta lo imposible por ser el primero en llegar a las escenas de crímenes y ganar, antes que nadie, las primeras imágenes. Lo que se traduciría en mayor audiencia y a su vez recursos económicos, además de poder mediático.

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