miércoles, 7 de febrero de 2024

Violencia digital y descalificaciones recaen sobre las mujeres periodistas en Ecuador

Las redes sociales son uno de los principales espacios en donde las mujeres periodistas reciben agresiones de parte de usuarios, muchas veces, desconocidos. (Foto: Galo Paguay).

https://www.periodistassincadenas.org/ Los periodistas viven situaciones complejas en Ecuador, desde amenazas de muerte hasta el exilio forzado, pero una de las amenazas más comunes es la violencia en redes sociales. ¿Cómo se enfrentan las descalificaciones y agresiones digitales? En 2023, la violencia digital hacia periodistas fue la agresión que registra la cifra más elevada en la Fundación Periodistas sin Cadenas: fueron 54 descalificaciones en redes sociales, de un total de 289. Eso equivale al 18.7% de las agresiones. En los comentarios que reciben los periodistas hay un alto contenido para deslegitimar su trabajo o sus opiniones. En el caso de las mujeres periodistas, los insultos y descalificaciones suelen venir acompañadas de comentarios machistas y misóginos que las cuestionan por su condición de mujeres. “Prostituta”, “regresa a la cocina”, “te falta v**ga”, son algunos de los comentarios que leen en sus redes sociales y que surgen a raíz de que las periodistas expresen sus opiniones o compartan sus entrevistas o reportajes especialmente en la red social X, antes llamada Twitter. Precisamente por esto, en junio de 2022, la Fundación Periodistas sin Cadenas decidió crear la alerta violeta, para evidenciar las agresiones específicas en contra de las periodistas mujeres.


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'Mi viejo'

Victor Vizuete Espinoza, periodista ecuatoriano.

Víctor Vizuete Espinosa, Facebook. Mi viejo fue un ser humano lleno de certezas. Aunque inmerso en la anquilosada tradición de la primera mitad del Siglo XX, tenía un espíritu diferente: libre, curioso y rebelde. Fue un gran deportista, tanto en el fútbol como en el ecuavoley. Y aunque solo se graduó de bachiller en el Patrón Mejía y fue un obrero muy calificado en su pulcra vida laboral, tuvo dos gustitos culturales que solo poseían -en su tiempo- las personas pertenecientes a los estratos más apergaminados de la estrecha sociedad quiteña: amaba el cine y la lectura.

Todavía tengo, casi escondidos entre los que pertenecen a mi cosecha, algunos libros que, por la senectud de sus hojas y portadas, parecen viejos y añosos árboles a punto de resquebrajarse. No son incunables, pero casi. El Conde de Montecristo, Los Miserables y el Jorobado de Notre Dame son tres de ellos.

Y aunque nunca fuimos ricos y pasamos por varias estrecheces, don Julio (mi viejo) nunca dejó de comprar los textos que podía. Recuerdo fueron -para mí y mis hermanos- verdaderos días de fiesta cuando llegaba cargado de toda la colección Salvat, de la colección de la Fauna, o de la Colección Juvenil Ilustrada Ariel, de la Biblioteca Básica Salvat, de la Colección Antares o de los Clásicos Ariel de la Literatura Ecuatoriana. Colecciones y enciclopedias que están repartidas entre sus seis hijos.

Claro, como siempre tuvo un trabajo muy duro y sacrificado, no podía dedicarse a la lectura como le hubiera gustado hasta que encontró un remedio para que esa afición no fallezca: empezó a comprar esos mini relatos románticos y de "chullas y bandidos" que podía leerlos en los escasos y cortos descansos que tenía. Obviamente, ese gusto paterno también se me pegó como si fuera gripe y empecé a leer ávidamente las historias de Corín Tellado y Marcial la Fuente, por poner dos ejemplos.

Hasta ahora, esa práctica se me ha vuelto un ritual: a un libro de Borges, de Murakami, Isabel Allende o de Madeline Miller siempre acompaño una historia de algún héroe del oeste o alguna revista de Condorito... O algo parecido.

Si alguna moraleja que podría sacar de esta práctica sería la de que hijo de tigre sale rayado. Gracias viejito por darme el regalo más preciado.



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Polo Baquerizo entabla una batalla legal con su excanal

Polo Baquerizo, presentador del televisión.

El Diario de Manabí. El presentador de televisión Polo Baquerizo, figura del recordado programa ‘Haga negocio conmigo’, se ha embarcado en una batalla legal con TC Televisión. Recientemente se conoció que en octubre pasado cesó su relación laboral luego de 47 años de servicio, y ahora la conocida figura de pantalla ha demandado al canal. Polo Baquerizo, de 68 años, en una nueva entrevista con diario El Universo confesó que lo que busca es una jubilación digna que le garantice sus años dorados junto a su esposa de toda la vida, Laila de la Torre.


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