Mario Gensollen. Academia.edu. Las notas mueren pasadas algunas horas. Algunas un par, máximo veinticuatro. Al día siguiente la información se olvida, renueva, refuta o amplía. El periodismo navega en el vasto mar de lo efímero. La letra caduca pronto. Las páginas de papel periódico que no van a la basura algún día quizá envuelvan porcelana o limpien algún vidrio. ¿Acaso podemos generalizar la mortalidad prematura del texto periodístico? No en todos los casos.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario