Einstein solía decir “no tengo talentos especiales, pero sí
soy profundamente curioso”. Uno de los físicos más famosos de la historia,
cuyas teorías resultaron claves para el desarrollo de aplicaciones e inventos
modernos como el GPS o el Láser, era considerado en la escuela un niño
distraído que, incluso, hacía preguntas tontas.
En la secundaria, Einstein se aburría y prefería estar en el
taller de electricidad de su padre. Le apasionaba el tema de la energía, un
elemento intangible capaz de generar movimiento y de provocar transformaciones.
Fue esa pasión, la necesidad de saber más, de indagar, lo que lo convirtieron
en un genio que revolucionó el mundo de la ciencia.
A esa pasión Einstein le llamaba curiosidad: una capacidad
natural, en los seres humanos y en los animales, que los empuja a descubrir
cosas que desconocen.
En mis clases de periodismo, me pregunto qué es lo que está
sucediendo con ese instinto en las nuevas generaciones. La mayoría de
estudiantes pasa enfrascada en un mundo digital, paralelo a la realidad.
Caminan, comen, socializan, sin despegarse del celular. No saben de calles, de
sus vecinos, de lo que sucede en el barrio.
La curiosidad es la herramienta más poderosa de un
reportero. Las mejores noticias, reportajes, crónicas son resultado de que un
periodista haya “metido las narices donde no lo llamaron”, o que haya rastreado
el trasfondo de un hecho que el poder pretendía mantener oculto.
Leila Guerriero, escritora argentina, dijo en una
entrevista: “Sin curiosidad, un periodista no va a ninguna parte... Si no
pregunta, no investiga ni quiere saber, difícilmente se puede tratar de un
periodista”. Concuerdo con ella: abundan los burócratas de la información y es
urgente volver a los instintos, sobre todo a la infalible curiosidad.
Roque Rivas Zambrano
roque@lahora.com.ec
roque1rivasz@gmail.com
salvataje@yahoo.com
***
Leila Guerriero: 'Sin curiosidad, un periodista no va a ninguna parte'
***
Leila Guerriero: ‘Sin curiosidad no hay motivo para convertirse en periodista; se pueden elegir muchos otros oficios nobles’
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario