La carta que publicó Javier Valdez Triana, el hijo del periodista Javier Valdez Cárdenas, en su perfil de Facebook. El mensaje ha sido publicado en
decenas de medios mexicanos: Proceso, Animal Político, El Norte y Riodoce.
Twitter también ha hecho un Momento sobre la publicación.
La carta dice:
La carta dice:
PADRE, ¿DÓNDE ESTÁS? Te busco en todas partes, en cada
espacio, en cada objeto que palpaste, te busco en mi sueños, pero no te veo. No
veo tu cara, tu cuerpo grande y ya desgastado, ya con medio siglo. Medio siglo luchaste por muchos, diste lo que tenías,
entregaste lo más humano de ti a nosotros tus hijos y a mi hermosa madre.
¿Ahora quién me ilustrará? ¿Quién me regalará libros a montones? ¿Quién me
abrazará como tú lo hiciste? ¿Quién me aplaudirá en mis logros? ¿Quién me
brindará el amor tan cálido?
Me han dejado sin tu amor, sin la mitad de mi corazón. Me
robaste el corazón, te ganaste mi cariño, te di lo mejor de mí: mi amor. Te
puedo sentir, en cada paso, en cada verso que leo, en cada poema que escribiste
y escribí.
Me quede con tu música, con tus películas, con tus libros,
con tus lentes, con tus plumas sin tinta, con tus abrazos, tus besos, tus
sonrisas, te conozco de la forma más profunda. Ahora te tengo en mis brazos y
te abrazo y te apapacho como tú lo hiciste cuando yo era un bebe. Ahora me toca
a mí, ahora camino contigo, nos tomamos una cerveza, cantamos juntos.
Iré a ver el amanecer más seguido, iré a observar a los
patos en su temporada, iré a los lugares que frecuentabas, abrazaré a cada
persona que me recuerde a ti, porque será como abrazar tu amor en otros, será
como abrazarte a ti y volverte a sentirte.
Eres la persona que más me ha motivado, tal vez seamos muy
diferentes, pero eres el mejor ejemplo que tengo en mi vida, porque siempre
hiciste lo que quisiste, lograste lo que muchos quisieron, te desvelaste,
lloraste, cantaste, bailaste, sonreíste en momentos tan turbios de tu vida.
Ahora estás en paz y es lo qué yo quiero para ti. Y no dudes que les hablaré a
mis hijos de ti, les diré lo valiente y chingón que fuiste, emularé todo mi
amor en ellos, para mí será la forma de mantenerte vivo, de mantenerte conmigo
y con todos.
Ya muerto, yo te dije al oído que nunca te íbamos a olvidar,
y así va a ser papá: voy a alzar tu brazo en cada progreso, voy a saludar como
tú lo hacías, porque yo soy tú, cada vez que se haga justicia va a ir a nombre
tuyo también.
Es solo un poco de lo que te quiero decir, y que cuando
vuelvas aquí tendrás tu casa, tu silla, tu café, y todo nuestro amor de todos
los que te amamos.
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