Observar a un joven revisar un diario, escuchar el reporte
informativo de la radio o mirar el noticiero en televisión es como encontrar un
trébol de cuatro hojas: un acontecimiento memorable. En la actualidad, no
emplean los medios de comunicación, se desplazan en ambientes digitales en los
que predominan retazos de historias y opiniones.
El Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina
llevó a cabo un análisis cualitativo para determinar cuáles son las
características del consumo de noticias entre 18 y 29 años. Los académicos
Pablo Boczkowski, Eugenia Mitchelstein y Mora Matassi, que difundieron los
resultados en la revista Anfibia, llegaron a conclusiones importantes. Una de
ellas tiene que ver con los dispositivos. En primer lugar está el celular; en
segundo, la laptop y tercero, la televisión.
El teléfono móvil es el más práctico, al ser la herramienta
con la que se comunican todo el tiempo. La computadora está vinculada al tema
laboral o de estudios y la televisión es un sonido de fondo que acompaña a las
tareas cotidianas. Esto lleva a los expertos a hablar de la “noticia
incidental”, para explicar que los jóvenes no utilizan los dispositivos para
monitorear noticias sino para chequear sus redes sociales y es en esa
interacción con los contactos en la que se enteran de los hechos noticiosos,
que circulan mezclados con “anécdotas graciosas de amigos, pedidos de ayuda y
fotos de viajes, animales y comidas”.
En este sentido, los entrevistados no necesitan un espacio
físico (sala, café) para enterarse de las novedades y eligen leer de una manera
fragmentada los contenidos, rompiendo con toda jerarquía o contextualización.
Este es el inicio de una nueva cultura mediática, en la que los medios se
constituyen en el lugar de hábitat permanente.
Roque Rivas Zambrano
roque@lahora.com.ec
roque1rivasz@gmail.com
salvataje@yahoo.com
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