sábado, 1 de marzo de 2025

El declive de un caricaturista que se convirtió en caricatura

 

Hugo el búho.  Cuentan por ahí que el objetivo de un caricaturista es hacernos oír una música diferente, tender puentes entre la ficción y la realidad, cuestionar a cualquier tipo de poder, generar una perspectiva distinta de la política, de las relaciones humanas y la vida cotidiana. Puede ser mucho más, pero hasta ahí para no hacernos los profundos. En el Ecuador siempre han existido buenos caricaturistas políticos. Toda la vida. Sin embargo, no todos han sido críticos con el poder; algunas veces, se han alineado a los gobiernos de turno, dejando de lado su razón de ser. Aunque hay de los otros, que, con su inteligencia y su arte, nos permiten reír y pensar. Para que algo sea cómico, nos dice Henri Bergson, en aquel famoso ensayo sobre La risa, se necesita de una anestesia que duerma al corazón. Y a lo mejor, muchos buscamos eso. Ya me volví a hacer el profundo. No volverá a pasar. Creo.


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