Sarah V. Platt, profesora en la Universidad de Puerto
Rico.
Academia. Hay cierta dosis de romanticismo al adentrarse en la vida
y obra de Kapuściński. El solo hecho de rescatar su figura, y convertirla
nuevamente en objeto de estudio, esconde un reconocimiento a su legado de
crónicas y reflexiones sobre un mundo convulso que, por la lógica que marcan
las metrópolis, aún existentes, se vino a llamar el tercer mundo o, en un
lenguaje más políticamente correcto, países en vías de desarrollo.
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