Por Luis Curarella, Laboratorio de Periodismo. Leer no sólo las crónicas de los periodistas desde Ucrania sino también cómo es su día a día debería servir para que muchos jóvenes, entre ellos estudiantes de periodismo, hastiados por el periodismo de politiqueo que sólo mira sus propios intereses y pontifica sobre el bien y el mal, se den cuenta de que el periodismo puede ser otra cosa. Que, de hecho, lo es. Y que este tipo de periodismo, sea en Ucrania o en el pueblo en el que uno nació, debe ser un faro que ilumine el camino en la profesión. Lo define así Howard Homonoff: "Las lecciones de la cobertura de la guerra de Ucrania tienen que ver menos con los heroicos presentadores con chalecos antibalas y más con la vitalidad de la cobertura informativa en sí misma y la capacidad de educar que proporciona".
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