domingo, 20 de noviembre de 2016

Obama se despide del mundo con una defensa apasionada de la inmigración

Obama, antes de tomar asiento en el foro de la APEC en Perú. (Brendan Smialowski, AFP)

En Lima, Perú, su último viaje, el presidente reivindica la mezcla de razas con jóvenes de toda Latinoamérica.

El País de España.- En casi todos sus 52 viajes por el mundo, Barack Obama dedica un rato, dos horas, a dejar de ser presidente de EEUU para convertirse en un motivador de jóvenes único. La embajada de EEUU local junta a un par de millares de universitarios o emprendedores, y el presidente les lanza un discurso breve y después se quita la chaqueta para contestar preguntas elegidas al azar entre centenares de manos alzadas. Mientras habla, pasea por el escenario con un carisma difícil de igualar por ningún otro político.

Este año, en Latinoamérica, lo hizo en Buenos Aires y en Lima. Pero Lima era especial: “Esta es mi última parada de mi último viaje como presidente de EEUU”, arrancó el presidente. Obama se despide del mundo. Y eligió hacerlo de una manera muy simbólica, rodeado de jóvenes de toda Latinoamérica, 100 de ellos becados para estudiar en EEUU y reunidos en la Universidad Católica de Lima para la ocasión.

Más de 20.000 jóvenes latinoamericanos han pasado por ese programa de becas para emprendedores promovido por Obama, llamado "jóvenes líderes de las Américas". Y en ese ambiente de mezcla de razas, de países, de lenguas, en inglés con acento latinoamericano, entre los jóvenes y el presidente lanzaron una emocionada reivindicación de la emigración, de la mezcla de razas, de culturas. Y de ese país de emigrantes, EEUU, que triunfó precisamente por serlo. 

“Mi padre nació en Haití y se fue a Las Bahamas. Pero a usted no le perdonan que no sea nativo. A mí tampoco”, le decía un joven. “Mi padre nació en Cuba y se fue a EEUU. Le fue muy bien gracias a que tuvo las puertas abiertas, pero ahora quieren cerrarlas”, le decía otro.

Obama trataba de calmar a todos, de dar una visión optimista, con la frase que suele repetir: “La historia no camina en línea recta, sino en zigzag”. El presidente lanzó una sentida reivindicación de la inmigración precisamente cuando el discurso contra ella triunfa en EEUU y en Europa. “América es un país de inmigrantes. Ese ha sido su punto fuerte…”


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