martes, 18 de mayo de 2021

Diego Merizalde: Viviré...

 
Diego Merizalde, periodista ecuatoriano.

Facebook. El tiempo que me ha tocado vivir ha sido excelente. De calidad. No sé la forma en que la gente me recordará. Unos lo harán de forma alegre, otro triste, pero siempre estaré en algún lado.

Volaré de árbol en árbol, de voz en voz, en fin. Estaré presente en la sonrisa de un niño y en la voz angelical de cualquier mujer.

Esto me hace recordar la canción de Celia Cruz: Viviré, cuyas estrofas suenan cadenciosamente con son montuno que dice:

“Mi voz puede volar, puede atravesar cualquier herida, cualquier tiempo, cualquier soledad sin que la pueda controlar, toma forma de canción, así es mi voz que sale de mi corazón...

Y volará, sin yo querer por los caminos más lejanos por los sueños que soñé, será reflejo del amor de lo que me tocó vivir, será la música de fondo de lo mucho que sentí”.

Aunque nunca seré voz de nadie, de ninguno. O de todos. No lo sé.

Ayer me visitó mi madre. Fue un sueño un poco inusual. Amanecí triste, melancólico en la cama del hospital en el que me encuentro. Me regañó por un par de cosas malas que le hice a mi pareja. Me botó de su lado y me habló en duros términos. Aunque luego, con una sonrisa, me dijo que me esperaba en aquel rincón en el que ella y yo nos tomábamos de las manos. Me abrazó y se fue. Antes me dio un beso en la frente y se esfumó en medio de una carcajada.

He vivido 47 años. He tenido cuatro hijas. He tenido varios logros. Y he sobrevivido a cualquier cosa.

Mañana me someten a una cirugía de corazón abierto. Tengo miedo, mucho miedo, pero sé que saldré bien.

Los médicos me han dicho que hay mucho riesgo; sin embargo, tengo mucha fe en que todo estará bien. Espectacular. Y cuando el reloj marque las 15:00, tomaré la mano de Karina, como me lo prometió. La abrazaré y me dará un beso tierno en la frente, tal como lo hizo mi madre en el sueño. Solo que ahora será real.

Más tarde, ojalá pueda, llamaré a mis hijas. Espero tener la oportunidad de rodearlas con mis brazos y que este momento solo sea un mal recuerdo. 


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