Diana tenía 11 años cuando fue asesinada a puñaladas en
Monclova, Coahuila, por su novio, otro niño de 13 años, quien quedó libre, pero
a petición de sus padres fue enviado al centro de salud mental. El problema
ahora es salvaguardar la vida de la familia por las amenazas de gente ajena al
caso que está dispuesta a lastimarlos por el crimen que cometió el menor: un
grupo de personas han amenazado a la madre con matarla y “echarla al río” por
haber criado a un delincuente.
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