Ser periodista extranjero en Corea del Norte es volver a ser
un niño. Todo parece asombroso, diferente, una mezcla imprecisa de fantasía y
realidad que funciona de acuerdo a unas reglas y mecanismos misteriosos. Se
pierde toda capacidad de decidir sobre los horarios o a dónde ir y se gana un
padre o madre, un “guía” impuesto por el gobierno, que durante toda la estancia
le acompañará dondequiera que vaya. Se sentará con él en el autobús, vigilará
que no se le escape ni se acerque a extraños e incluso dormirá en una
habitación cercana por si el reportero se despertara durante la noche y se le
ocurriese salir a pasear.
El País
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El periodista Pável Zarubin de la cadena Rossiya 1 ha conversado este miércoles con el líder norcoreano a su llegada a Rusia.
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