Imagen: EC.
José Antonio Zarzalejos, El Confidencial. ¿Cuándo un periódico se hace adulto? ¿Cuándo consolida su posición en el sector mediático? ¿Cuándo forma parte del ecosistema de la información, el análisis y la referencia en la sociedad? ¿Cuándo, en definitiva, se consolida? Cuando crea escuela con su estilo y está en condiciones de transmitirlo en el aprendizaje de los nuevos periodistas. En ese punto se encuentra El Confidencial y esa es la razón por la que, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, sienta sus reales en el territorio universitario. El periodismo reclama a gritos valor añadido. Y por mucha inteligencia artificial que irrumpa en el oficio -en el nuestro y en otros muchos-, el capital esencial de un medio de comunicación es el talento colectivo de sus profesionales. Rota la intermediación que entregaba al periodista una misión casi mística en las sociedades democráticas, su labor profesional reclama mayores exigencias. Son las que se pusieron encima de la mesa en el acto de inauguración del máster de la URJC y El Confidencial el pasado lunes. Datos, verificación, investigación… son los retos que los directores académicos del proyecto -los veteranos y expertos Antonio Rubio y Manuel Gertrudix- destacaron en sus intervenciones. Se trata de lograr la excelencia en el ejercicio de una profesión -la "más bella del mundo"- que pelea contra una tormenta de dificultades, en un mundo casi distópico, con poderes, instituidos y meramente constituidos, que entrecruzan sus intereses en maniobras oscurantistas.
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