Dircomfidencial. En apenas cinco días, El Confidencial ha pasado de
inaugurar un ambicioso plan de retorno de sus trabajadores a la redacción a
suspenderlo ante la realidad de los contagios en Madrid. Ahora las
instalaciones permanecen abiertas para quien quiera utilizarlas de forma
voluntaria. Esa fórmula y sus variantes emergen como solución temporal de
compromiso para una nueva normalidad en el sector en la que la incertidumbre es
la única constante. Y es que en los demás aspectos no parece haber consensos
claros entre los profesionales sobre qué es lo mejor o lo deseable en esta
situación. Las circunstancias personales de cada uno justifican diferentes
perspectivas sobre si el teletrabajo debe convertirse en un estándar laboral en
la industria o solo ha sido una respuesta de emergencia condicionada a la
evolución de la pandemia. Y el debate gira en torno a tres preguntas clave que
determinan el futuro a corto y medio plazo de las redacciones como espacio
habitual de trabajo para periodistas que llevan meses trabajando desde sus casas.
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