domingo, 4 de diciembre de 2016

La impunidad del crimen de una periodista desnuda la corrupción mexicana

Regina Martínez, periodista mexicana.

Clarín.- La muerte de la periodista Regina Martínez fue algo que muchos de sus colegas casi no pudieron soportar. Otros cuatro ya habían sido asesinados en el estado mexicano de Veracruz en los primeros dos años de mandato del gobernador Javier Duarte, ahora prófugo de la Justicia. Primero, el columnista Noel López Olguín, secuestrado y asesinado de un tiro en la cabeza. Luego, Miguel Ángel López y Misael López Solana, padre e hijo que trabajaban para el periódico Notiver, muertos a balazos en su casa. Después, Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de crimen de Notiver, decapitada y torturada.

Pero Martínez, audaz, dedicada y conocida por ser incorruptible, era una inspiración. La corresponsal de 48 años del semanario de investigación Proceso era famosa por exponer el abuso y la corrupción en un estado rico en petróleo, rebasado por organizaciones criminales y un sistema político tan opaco como las junglas del sur. Si ella no estaba segura, nadie podía estarlo...


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