Omar Rincón, El Tiempo, Colombia.
Omar Rincon, El Tiempo. El periodismo es una especie terca y libre que no puede ser domesticada, y cuando se la convierte en mascota del poder y el amo no sirve para nada es boba y apenas da clics. El periodismo existe cuando molesta, incomoda, provoca a los poderes. Y de ese periodismo hay mucho en Colombia. Y ese periodismo recibió, por estos días, premios de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), los Simón Bolívar y los premios de excelencia de la Casa Editorial de EL TIEMPO.
El periodismo anda en la mala porque se ha convertido en un club de la pelea por X entre periodistas que creen que por gritar más son mejores, abundan las fake news que pasan cuando un periodista deja de hacer su oficio, algunos medios y periodistas se han convertido en “actores” políticos y vedettes, los políticos y gobernantes se han dedicado ante su ineficacia y cinismo a hacer “la batalla” de sus egos, los barrabravas llenan de insultos al periodismo, el negocio está problemas, la inteligencia artificial ha llegado... mejor dicho, todo mal en legitimidad, credibilidad y negocio.
Pero, si tantos atacan a la libertad de expresión, si tantos odios les “disparan” a los periodistas, si tantos quieren ganarse un clic, si tantos periodistas prepagos salen a ladrar... debe ser porque el periodismo de fuentes, datos, documentos, contexto, criterio y relato está más vivo que nunca y está ahí para morder, molestar y hacer que la libertad de expresión valga la democracia.
Este periodismo poderoso existe porque hay periodistas a los que no les gusta ser mascotas (son rebeldes con causa democrática) y tienen una pasión por esto de contar historias, denunciar poderes, conversar con las realidades y celebrar la dignidad por encima de los egos. Esos periodistas de pasión contracultural, esos son los que ganan premios.
Como esta columna es de la vilipendiada tele, pues celebro a los que ganan por ahí. En los premios EL TIEMPO ganó una excelente crónica testimonial que en imágenes y poniendo el cuerpo en TransMilenio y los pobres nos cuenta como es el drama en Bogotá de ir de donde se vive a donde se trabaja.
En los Simón, Caracol ganó 3 premios en noticias con ‘Masacre en Sucre: la historia del operativo policial que terminó con tres jóvenes asesinados’, del periodista Jaime Flórez; en investigación el informe ‘La fuga de Matamba’, de Calderón, Álvarez y Flores, y en reportaje ganó con ‘Se buscan salidas para proteger los bosques’, de Laverde, Escobar y Rodríguez. RTVC ganó dos en entrevista de Laura Galindo con ‘Shakira y el supuesto plagio’ y en multimedia con ‘Nación Rebelde’.
Estos y muchos más ganadores son ejemplos de periodismo que no se puede hacer con inteligencia artificial, que se bajan de la nube de los periodistas que se creen que ellos y ellas son la noticia. Periodismo necesario para la conversación democrática.
¿Será que eso (el pensar con la propia cabeza, investigar y narrar bien) es lo que molesta a los gobernantes y políticos?
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