Gustavo Petro, presidente electo de Colombia.
Por Joaquín Robles Zabala, Señales. El triunfo de Gustavo Petro es histórico. Ganó como ganan los grandes: contra todos los pronósticos, contra la godarria más godarria de América Latina, contra los empresarios que se oponían a su llegada a la Casa de Nariño, contra los partidos tradicionales, ese otro cáncer que lleva más de 200 años en el poder y que temía perder su inmensa lista de privilegios. Les ganó a las encuestadoras y sus encuestas amañadas (no hubo una sola que lo diera ganador en la segunda vuelta). Les ganó a los uribistas pura sangre que pregonaban en las redes y medios amigos que el líder de la Colombia Humana “jamás sería presidente de Colombia”. Les ganó a los canales de noticias, cuyo sesgo a la hora de informar fue más que evidente. Se ganó el voto de los indecisos y en las últimas semanas recorrió el país de norte a sur y este a oeste. Habló con campesinos, pescadores, mototaxistas, vendedores ambulantes y madres de familia sin trabajo. Fue una travesía impresionante, una bofetada a una clase dirigente perversa que lleva toda una vida republicana gobernando para los más ricos, que decreta exenciones de impuestos para empresas con capitales gigantescos y grava los alimentos de la canasta básica alimenticia de los más pobres... Ganó Gustavo Petro, es cierto. Ganó la democracia. Ganaron los “nadie”. Ganaron los habitantes de esas grandes regiones del país abandonadas por el Estado. Ganaron los campesinos que, bajo la lluvia o el sol inclemente, salieron el domingo 19 de junio a cumplir con el deber constitucional del voto. Ganaron los estudiantes a los que Petro les prometió mejorar sus condiciones de estudio y a los que les aseguró que crearía nuevas universidades y nuevos colegios. En fin, ganó Colombia porque no se presentaron mayores incidentes de violencia durante “la fiesta democrática”. No obstante, hay que decirlo, perdió el periodismo. Perdieron credibilidad los grandes canales de noticias. Perdieron por mal informar a los colombianos, por inclinar la balanza de los hechos a favor de los candidatos afines al establecimiento. Noticias Caracol, RCN Noticias y Revista Semana demostraron que lo importante no es la verdad de los acontecimientos, sino la defensa a ultranza de los intereses particulares de los medios.
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