Señales. Mientras la hija del último periodista asesinado en
México se debate entre la vida y la muerte, y sus compañeros de profesión en
Tamaulipas intentan seguir reporteando, el gobierno federal afirmó el jueves
que las críticas de Antonio de la Cruz a políticos locales es una de las líneas
de investigación sobre su homicidio. De la Cruz, de 47 años, cubría temas
agropecuarios y comunitarios pero era también un tuitero muy activo en las
redes sociales, a las que había subido señalamientos sobre actos de corrupción
que provocaron que las autoridades le pidieran en ocasiones borrar sus
publicaciones en Twitter.
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