Darya Slobodianyk trabaja en una revista y decidió quedarse en Kiev a contar lo que sucede.
Susana Reinoso, Clarín. “Ha empezado”. La editora cultural de Vogue Ucrania, Darya Slobodianyk, dormía cuando sonó el teléfono de su marido médico, a quien una colega del hospital le avisó que Rusia había atacado su país. Las dos palabras cortaron el frío de esa madrugada en Kyiv a las 5.37 del 24 de febrero, cuando el arsenal militar monumental de Putin invadió por el este y por el sur el país vecino. Pese a las bombas que se escuchaban en cercanías y las corridas a los refugios antiaéreos, Darya no pensó que su nación estuviera en guerra. Más allá de que, al sur de Ucrania, los territorios de Donetsk y Lugansk -autoproclamadas repúblicas populares, hoy reconocidas por Vladimir Putin- están en guerra desde 2014.
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