Juan Pablo Colmenarejo, periodista español.
La Razón.es, Ernesto Villar, profesor en la Universidad
Villanueva. Gorka Zumeta. Unas horas antes de su
fallecimiento, y aún con la esperanza de que los malos augurios no se
cumplieran, un grupo de alumnos de Juan Pablo Colmenarejo volcó en un papel los
tres atributos (¡solo tres, qué difícil!) que le definían como profesor. Una
idea se repitió: “Cada uno de nosotros era para él único. Nos hizo sentir
importantes”. Es probable que solo un gigante de la radio como él pueda lograr,
con su calma contenida, con su humanidad infinita, que un estudiante de 3º de
Periodismo se sienta importante (se sienta único) cuando apenas ha asomado un
pie en esta profesión tan asediada, pero a la vez tan hermosa. Tan necesaria.
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Gorka Zumeta. Juan Pablo Colmenarejo ha sido un periodista de radio con
una enorme personalidad. No hay nadie que ponga en duda esta afirmación. Y es
lo más complicado, tal vez, para un periodista de radio, desde la difícil
autenticidad que exige el micrófono, conformar un sello distintivo que llegue
al oyente trasladándole toda la credibilidad que eres capaz de proyectar con la
voz. Y, en este sentido, Colmenarejo era un maestro.
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El dolor agrupado en mi costado y por el que me duele hasta el aliento lo ha provocado el fallecimiento de Juan Pablo Colmenarejo. Nos conocimos, en palabras suyas, en el árbol donde están las manzanas sanas, parafraseando la película de Eliot Ness. Nos conocimos con veintipocos, la edad en la que uno se siente intocable. La edad en la que dibujas los sueños, la edad valiente. Y Juan Pablo puso su objetivo en la radio y lo consiguió.
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