Media-Tics. Se está formando un cierto consenso entre genetistas y
gerontólogos sobre la idea de que el envejecimiento, e incluso la muerte
consecuente, no es un proceso inevitable. Esta idea supone un cambio radical
sobre el enfoque de la vida y el progreso de la raza humana, rompe un tabú y
abre unas perspectivas apasionantes. Ya hay varias empresas como Calico, la
sigilosa empresa de Google, creada en 2013 con una inversión de 1.300 millones
de dólares, que abordan este empeño con inversiones muy cuantiosas. Si logran
éxito, veremos en las próximas décadas surgir una raza de los que ya se
denominan amortales, que solo morirán por causas de accidente, no por envejecimiento.
Será un privilegio al alcance de unos pocos, que podrá conllevar conflictos
sociales y políticos. Es interesante constatar que este paso puede coincidir
con un descenso constante de la población mundial que los demógrafos señalan
para la segunda mitad del siglo o quizás antes.
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