Por Emily Bell y Taylor Owen con Pete Brown, Codi Hauka y Nushin Rashidian. La influencia que las plataformas de medios sociales y las empresas de tecnología está ejerciendo sobre el periodismo estadounidense es muy superior al que supuso la transición del papel impreso al soporte digital. Empresas como Facebook, Snapchat, Google y Twitter están sustituyendo rápidamente el rol ejercido tradicionalmente por los editores tradicionales, en un proceso que no muestra signos de desaceleración y que plantea serias dudas sobre cómo se costeará el periodismo del futuro. Estas empresas han evolucionado más allá de su papel como canales de distribución y ahora controlan los contenidos que el público ve, quién cobra por su atención e incluso qué formato y tipo de periodismo triunfa.
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