Juan Pablo Sanz García, La Vanguardia. La nostalgia es un sentimiento
embriagador. Y, como tal, en función de la medida, le puede hacer a uno más
lúcido o, por el contrario, más obtuso. Una pequeña dosis de nostalgia aporta
distancia y perspectiva; el exceso conduce a la espesura. El periodismo es,
desde hace unos años, un salón propicio a la conversación nostálgica. La
profesión ha cambiado mucho en los últimos tiempos, y es grande la tentación de
mirar con añoranza al pasado. No es un mero recrearse en tiempos pretéritos:
ciertamente, hay fundamentos del oficio que se echan de menos.
Refundación digital del periodismo
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario