El escenario es el río Quinindé que nace en territorio
manabita, pero que se extiende hasta Esmeraldas. Este río pasa frente a la
finca de mi padre donde nací un 16 de octubre de 1970. Unas hermosas tierras
labradas con el duro y extenuante trabajo de gente que llegó a ese sitio cuando
era todo selva y montañas casi inaccesibles.
De invierno había dos medios de transportes; la canoa de
motor y las acémilas que por lo general eran caballos y mulas.
Cuando diluviaba era imposible salir al pueblo porque los
ríos crecían tanto que lo cubrían todo; caminos, puentes, pastizales. En
verano, si había suerte, llegaban los tractores y abrían los caminos para que
pudieran llegar los carros.
El sitio en el que se hizo esta foto se llama Las
Delicias. Es una pequeña comarca dedicada a la agricultura y ganadería. No sé
qué tiene este lugar perdido en los parajes verdes del cantón Flavio Alfaro
(Manabí) pero desde que tengo uso de razón no hay un día en que no lo recuerde.
A los 5 años me perdía entre los frutales, cacaotales, potreros, platanales;
aprendí a cabalgar los caballos mansos y nobles de mi padre; a los 12 ya
ordeñaba el ganado y a los 15 me iba a los bailes y bailorios que, en muchas de
las ocasiones, estaban a más de dos horas de distancia, siempre y cuando fueras
a caballo porque, si no, eran casi tres horas "amasando lodo"....
Disfrutaba de los torrenciales aguaceros; me deleitaba
viendo pasar los loros y papagayos que migraban de una montaña a otra y que con
su aleteo mostraban sus hermosos plumajes....
En fin... Todos estos recuerdos se los debo a esta foto
en la que centro siempre mi atención en la imagen en mi padre... Un campesino que,
aunque con pocos estudios nos enseñó valores como el respeto, la lucha, la
constancia y la humildad....
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