Por Luciana Zunino, Somos Periodismo. Los
periódicos atraviesan el momento más crítico de su historia. En las últimas semanas
hemos sido testigos del cierre de dos tabloides (Publimetro y El Bocón) y del
despido de cientos de periodistas en otras redacciones, que también tambalean
debido a que las ventas han caído tanto como los ingresos por publicidad. La
prensa escrita está ahora en cuidados intensivos y nadie sabe si logrará salir
con vida de esta crisis. En ese
contexto: ¿qué pasa con los vendedores de periódicos infaltables en cualquier
barrio de la ciudad? Esta es la historia de Walter Ramos, un canillita que a
diario se desplaza entre Miraflores y Surquillo distribuyendo periódicos en
bicicleta. Él es el eslabón de una cadena que vincula a las empresas
periodísticas con sus lectores, es parte de una antigua tradición que,
inexorablemente, se va extinguiendo: la lectura del diario de papel.
***
Canillitas: Esta crisis puede implicar el fin de esta actividad y de la prensa gráfica
***
Señales. El colectivo de trabajadores y trabajadoras
Canillitas vive horas de inmensa angustia. Debemos actualizar la información
para la sociedad sobre cuál es nuestra situación, y mantener vigente nuestro
reclamo, que, a esta altura, es desesperado. Entre 2008 y 2015 mientras el
salario real del conjunto de los trabajadores creció en 6 de esos 8 años (las
excepciones fueron el 2009 y el 2014) el salario Canillita real se redujo en un
23%.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario