Alfredo Arroyave Díaz.
Susana Roa Chejín, Revista Gk. Alfredo Arroyave Díaz murió a los 69 años a las 6:29 de la tarde del lunes 6 de abril de 2020 en su casa en Guayaquil. Desde las 2:15 de esa muy soleada y calurosa tarde estuvo sin oxígeno. “Mi papá estuvo luchando por su vida más de cuatro horas porque el tanque estaba vacío, no podíamos recargarlo, a puro pulmón, tratando de respirar”, dice Noris Arroyave, su hija. Una hija cuenta cómo su padre decidió quedarse sin oxígeno en su casa antes de correr el riesgo de morir solo y que su cuerpo sea extraviado. Pero muchas otras personas no han tenido la misma suerte. Sus familiares cuentan el calvario de sus agonías.
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Revista Silla Vacía. Mi padre murió hace
unos días. Exactamente, el lunes 13 de abril de este extraño 2020. Murió en
medio de la cuarentena en una clínica de Bogotá. No pude ir a visitarlo, pues
la situación del covid-19 me lo impidió. No pudimos hablar por teléfono, pues
su estado de salud no lo permitía. La última vez que nos comunicamos fue para
mi cumpleaños, el día antes de que fuera hospitalizado. Ya se oía mal y apenas
pudimos decirnos unas cuantas frases. Tampoco pude ver su cuerpo. Cuando una de
mis hermanas llamó para darme la noticia de su muerte, solo pude mirar por la
ventana de mi apartamento e imaginarlo en la cama hospitalaria. Hasta el
momento no hemos recibido sus cenizas y no hemos podido encontrarnos con amigos
y familia para darnos el pésame y abrazarnos…
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