viernes, 2 de junio de 2017

Acoso en directo


El video dio la vuelta al mundo. Se trata de una entrevista común, en la que una periodista le hace un par de preguntas a un deportista frente a las cámaras de televisión. Sin embargo, en un momento, ella -Maly Tomas- se coloca al lado del entrevistado para que la toma salga mejor.

Entonces, él -el tenista Maxime Hamou- la abraza, la sujeta con fuerza y empieza a besar su cuello. Ella habla y, entre risas incómodas, lo empuja y trata de frenar la acción de acoso en directo. Un aficionado colgó en su cuenta de Twitter este fragmento e inmediatamente los usuarios reprobaron el comportamiento de Hamou.

Ante la viralización de la publicación, la Federación Francesa de Tenis le retiró la acreditación al deportista; Eurosport se disculpó y el jugador emitió una carta pidiendo perdón a la comunicadora. El desenlace de este incidente revela que las redes sociales se han convertido en plataformas imprescindibles para evidenciar las situaciones a las que tienen que enfrentarse las reporteras en el ejercicio de su profesión.

En 2013 Alana Barton y Hannah Storm realizaron el informe ‘Violencia y acoso contra las mujeres en los medios de comunicación, una fotografía global’. En este estudio (fueron consultadas 977 mujeres) se afirma que las agresiones físicas, amenazas, acoso sexual, discriminación y espionaje digital son algunos de los ataques más comunes contra las comunicadoras.

Preocupa que a pesar de los testimonios y de las estadísticas, no siempre los medios y organizaciones poseen estrategias para evitar que sus profesionales sean víctimas de estos ataques. La Federación Internacional de Periodistas lanzó una cifra alarmante y reveladora: un 70% de las mujeres que trabajan en los medios afirman que sus organizaciones no están actuando para garantizar su seguridad.

Roque Rivas Zambrano
salvataje@yahoo.com

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La polémica por la situación que vivió Maly Thomas, la periodista acosada por parte del tenista francés Maxime Hamou durante una entrevista en Roland Garros, no termina. Y ahora ella alzó la voz: “Son situaciones que se banalizan y no debería ser así”, declaró a The Huffington Post.

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El presente artículo ofrece una descripción general del patrón mundial de delitos cometidos contra trabajadores de los medios de información, la impunidad de que gozan dichos actos, así como las medidas que han tomado la comunidad internacional y los Estados para enfrentar dicha situación.

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