Lo decía la cantante Mercedes Sosa: “Cambia, todo cambia”.
Esta sentencia es la más acertada para describir lo que sucede en los tiempos
modernos. Las formas de comunicarse, relacionarse y hasta de trabajar se
modifican constantemente.
El ‘freelanceo’ es un término que ha cobrado relevancia. Es
comprensible: ¿A quién no le seduce la idea de ejercer su profesión sin
encerrarse en una oficina o cumplir con horarios rigurosos? Estas son las
ventajas básicas que tienen los que optan por ser ‘freelance’, término inglés
para denominar a una persona que trabaja de manera independiente o autónoma.
Aunque la libertad es uno de los atributos más preciados en esta dinámica,
también implica inconvenientes (como no tener un sueldo fijo o contratos
constantes).
HackPack, red mundial dedicada a fortalecer el periodismo
independiente, reunió a reporteros ‘freelance’ para conversar sobre los mayores
retos que tienen. Después de debatir, coincidieron en que la clave está en:
No tomar el rechazo de forma personal. Esta es una “regla de
oro”. Los editores tienen que lidiar con enfoques determinados y, a veces, el
artículo escrito no se ajusta a los requerimientos.
Guardar dinero para tiempos de escasez. Es de dominio
general que uno de los problemas que enfrentan los ‘freelance’ es la falta de
puntualidad en los pagos. Por lo tanto, es recomendable guardar siempre la
cantidad necesaria para estar al día con pagos de impuestos o servicios.
Valorar el tiempo. Cada hora es facturable, por lo que uno
de los consejos es planificar las actividades para disfrutar de otros
pasatiempos. Sin embargo, el punto más importante es relacionarse con los
iguales y no verlos como competencia. Las redes de solidaridad en este caso son
poderosas y benefician el arte de ‘freelancear’.
Roque Rivas Zambrano
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