La era digital impone una nueva cualidad a quienes se dedican al periodismo. No basta con ser buen humano, escribir bien, ser diestro en el arte de cuestionar o tener olfato para las buenas historias. En la actualidad es fundamental estar dispuesto a desempeñar varias funciones, es decir, ser polivalentes.
Esta situación es retratada en un documental por Álvaro Liuzzi, un profesor universitario e investigador de medios digitales. Para hacerlo recorrió 13 empresas periodísticas de habla hispana, entre ellas el ABC.es, El País, El Mundo, El Clarín, El Cronista, El Comercio de Perú, entre otros.
En una entrevista para el portal Clases de Periodismo, Liuzzi habla de este trabajo y confiesa que la transformación más grande que pudo presenciar es la irrupción de las redes sociales, sobre todo del Facebook y el Twitter, en las redacciones. Hace referencia al modelo de integración que los medios adoptaron para afrontar la crisis de la prensa escrita.
En este punto el investigador aclara que esta estrategia no funcionó igual en todos los países. “No hay recetas únicas” ni los presupuestos son los mismos. A pesar de que varios se plegaron a esta estrategia, casi ninguno de los que visitó Liuzzi tenía un capital como para darse el lujo de destinar recursos humanos y económicos para la experimentación.
¿Cuál es el perfil idóneo del periodista que está en medio de esta vorágine? El de un redactor capacitado para producir para todos los productos editoriales y con destrezas para saber en qué plataforma se puede contar mejor cada historia. Estas habilidades, que suenan saludables y han propiciado la proliferación de portales digitales, podrían desatar una carga laboral exagerada y resentir la calidad de los contenidos generados por los periodistas polivalentes…
roque@lahora.com.ec
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