Elena Poniatowska, escritora y periodista.
La escritora y periodista mexicana contesta al carrusel de preguntas de este periódico y recuerda que su país es peligroso para el oficio.
Cecilia Ballesteros, Madrid. El País de España.- Es la mexicana más universal junto con Frida Kahlo, aunque Elena Poniatowska (París, 1932) ha elegido a otra de las mujeres de Diego Rivera, Lupe Marín, como protagonista de su nueva novela Dos veces única (Seix Barral), que saldrá en septiembre y acaba de presentar en Periscope.
¿Cuál es el último libro con el que se rió a carcajadas?
La revista El Chamuco de Rafael Barajas El Fisgón.
¿Su lector perfecto?
El joven que me dice sonriente que está leyendo El Universo o nada y me da a firmar su ejemplar.
¿Qué libro tiene en su mesa de dormir?
A Narco History de Carmen Boullosa y Mike Wallace.
El de mi madre que tiene el nombre de Nomeolvides y me hace pensar en ella todas las noches
¿Elegiría literatura o periodismo?
Literatura. Siempre quiero salirme del periodismo y siempre una persona, un acontecimiento, una tragedia me jala de nuevo. Quisiera bajar la cortina y no volver a escribir de asesinatos, narcotráfico, pobreza, corrupción, los sucesos cotidianos de México.
El Premio Cervantes 2013. También el primer premio de Periodismo porque me acompañó mi padre y vi su sonrisa.
¿A qué heroína literaria le hubiera gustado parecerse?
A la Natasha de Guerra y Paz de Tolstói.
¿Junto a quién le gustaría sentarse en una fiesta?
Junto a los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, y a cuyos padres el Gobierno evade continuamente.
¿Qué libro regalaría a un niño?
El principito, de Saint Exupéry.
Mérida, Yucatán, porque ahí vive mi hija Paula.
Guerra y paz.
La noche estrellada, de Van Gogh.
Mi ingenuidad, a todo el mundo le creo. Nunca he maliciado la ofensa. También mi inseguridad.
Ayer.
¿Cuándo fue más feliz?
Ahora soy muy feliz.
El asesinato del fotoreportero veracruzano Rubén Espinosa junto a cuatro mujeres. Han muerto más de cien periodistas en México. Es el país más peligroso del mundo para ellos.
Con Barack Obama.
¿Lo último que compró y le encantó?
Un libro de Siri Hustvedt que, además de ser la esposa del gran Paul Auster, escribió un libro muy para mujeres, muy curativo: La mujer temblorosa o la historia de mis nervios.
Tiempo.
¿La última comida que realmente le sorprendió?
El salmón de Martina García, en mi casa, con una maravillosa salsa muselina.
¿Tequila o mezcal?
Tequila. Soy de la vieja guardia.
Los dos gatos Monsi y Vais y el labrador Shadow que me mira como no lo ha hecho un solo amante.
Uno a Europa con Guillermo Haro, astrónomo, que no hacía reservaciones en ningún hotel y un día dormíamos en el Plaza y al otro en la calle, pero en una calle de Venecia.
Mi recámara con sus cortinas blancas de encaje y una sillita blanca que era de mi abuela.
Agua de limón.
El nacimiento de mis tres hijos y el de mis diez nietos. Sin ellos nada tiene sentido.
La violencia terrorífica de México, el hecho de que todos los días amanecemos al asesinato e incluso al degüello de mexicanos totalmente desprotegidos.
Eliminaría la pobreza e implantaría la educación a lo largo y ancho de México.
Que no tiene vergüenza.
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