Con una noticia que ha dado de qué hablar al periodismo
empieza 2018: el cierre de la mítica revista española Interviú. Con más de 40
años de historia, esta publicación se posicionó en la mente de los lectores por
una fórmula que, según uno de sus creadores, la llevó al éxito. José Ilario, en
entrevista con ‘La Vanguardia’, confesó que la receta mágica que le dio vida al
semanario contuvo cuatro ingredientes: denuncia política, sucesos, opinión con
firmas de renombre y desnudos femeninos. Quizá esta estrategia fue la que más
impactó en los lectores. Varios medios han hecho especiales con galerías de
memorables portadas de la revista, compuestas por fotografías posadas o robadas
de celebridades como Marta Sánchez o Lola Flores.
Aun cuando ‘los desnudos’ de hombres y mujeres fueron un
elemento transgresor, escondían una bomba: reportajes de investigación sobre
cuestiones políticas y sociales de gran calibre.
Carles Geli, en su artículo publicado en ‘El País’ recuerda
que muchos de estos temas estuvieron vinculados a las tramas de extrema derecha
como el crimen de los Urquijo, los niños robados del franquismo o los primeros
escándalos bancarios (el trabajo del periodista Xavier Vinader fue
transcendental para develar intenciones antidemocráticas). Por esto en diversas
ocasiones ‘Interviú’ fue retirada de los quioscos por orden judicial.
Lo que saca de circulación a la publicación son las pérdidas
económicas que enfrenta el Grupo Zeta, que ascienden los últimos cinco años a
siete millones de euros. La crisis nos deja sin estos desnudos incómodos. Como
bien apunta la columnista de ‘El País’, Celia Blanco: “Lo que mejor desnudaba
‘Interviú’ eran los entresijos de cualquier realidad social y política. Y esos
desnudos molestan más que cualquier par de tetas”.
Roque Rivas Zambrano
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