El verdadero periodismo nunca se hizo desde un lugar seguro.
Este oficio, que le ha inyectado adrenalina más de una vez a todo quien lo
practica, implica correr riesgos. Los peligros van desde cosas simples (como
incomodar a una persona poderosa en una entrevista) hasta circunstancias
extremas (como estar en un campo de batalla o en un lugar donde todo está
devastado).
Cubrir catástrofes naturales, por ejemplo, implica
prepararse profesional y emocionalmente. Los organismos que respaldan la labor
de los periodistas en todo del mundo se preocupan por generar información útil
que sirva de respaldo para aquellos reporteros que se enfrentan a estas
situaciones. Después del terremoto de mayor magnitud en Japón (8,9 grados en la
escala de Richter) en el 2011, Reporteros Sin Fronteras (RSF), conjuntamente
con la Unesco, creó el ‘Manual de seguridad para periodistas. Guía práctica
para reporteros en zonas de riesgo’.
En este texto, que consta en el portal Clases de Periodismo,
se explica los aspectos que se necesita tomar en cuenta antes de una cobertura
de esta índole. Entre ellos están: cómo preparar un viaje, conocimiento del
terreno y evaluación de los riesgos; precauciones sanitarias, formación en
primeros auxilios y en zonas hostiles; manejo de finanzas y documentación;
preparación de la mochila de reportero; alojamiento, desplazamientos y
comunicaciones, entre otros.
Christophe Deloire, quien consta en el documento como
secretario general de RSF, explica que el objetivo del manual es “proporcionar
referencias y procedimientos concretos para quienes, en una esquina o un camino
solitario, pueden toparse con un depredador de la libertad de prensa”.
Roque Rivas Zambrano
roque@lahora.com.ec
roque1rivasz@gmail.com
salvataje@yahoo.com
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