Manifestantes en un acto en recuerdo de la periodista Regina
Martínez, en el monumento del Ángel de la Independencia, en Ciudad de México.
En este país fueron muertos 14 de los 43 periodistas asesinados en América
Latina durante 2015.
Daniela Pastrana. editado por Estrella Gutiérrez, Señales. México
es el país más letal para el periodismo en América Latina. Durante 2015, sumó
la tercera parte de los asesinatos de periodistas en la región, y cuatro
periodistas más se añadieron a la lista sangrienta en lo que va de 2016.
El último, Francisco Pacheco Beltrán fue asesinado a balazos
afuera de su casa, en el sureño estado de Guerrero, el lunes 25. Pacheco
Beltrán era un periodista crítico, que trabajaba para varios medios locales en
el estado más pobre del país y uno de los más violentos.
Su asesinato hila un capítulo más a la historia de terror de
la prensa mexicana en este siglo, y cuyo rostro más oscuro no es solo el de 92
periodistas asesinados, sino un fenómeno casi único en democracias: 23
periodistas han sido desaparecidos en 12 años, un promedio de dos por año.
Y cada 22 horas, un periodista es agredido en México, según
el último informe de la organización internacional Artículo 19, dedicada a
promover y defender la libertad de expresión.
“La violencia contra la prensa en México es sistemática y
generalizada”, aseguró su exdirector en el país, Darío Ramírez, en el marco del
pasado Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad en Crímenes contra
Periodistas, que se realiza cada 2 de noviembre.
Pero la violencia y la impunidad en las agresiones no son
los únicos problemas del periodismo en México y el resto de la región.
Ricardo González, coordinador del programa global de
protección de Artículo 19, con sede en Londres, explicó a IPS que la libertad
de prensa en América Latina tiene tres retos principales: la protección
preventiva y el combate a la impunidad, la desconcentración de la propiedad de
medios y mejorar las condiciones laborales de los periodistas.
“Para nosotros los focos rojos son México, Honduras y
Brasil”, dijo González.
Datos de la Federación de Periodistas Latinoamericanos
indican que en la región fueron asesinados 43 periodistas durante 2015, de
ellos 14 en México, a los que se suman dos desaparecidos. Le siguen en el
luctuoso ranking Honduras (10), Brasil (8), Colombia (5) y Guatemala (3).
Un ingrediente preocupante de Brasil es el alto incremento
de las víctimas mortales en el ejercicio del periodismo. La Federación Nacional
de Periodistas destaca que la cifra se incrementó en 60 por ciento, entre 2014
y 2015. El caso más emblemático fue el del periodista de investigación Evany
José Metzker, hallado decapitado en mayo de 2015.
Honduras y México, por su parte, tienen problemas muy
parecidos: a la violencia contra periodistas se añade la impunidad en las
investigaciones.
“En el primer semestre de 2015, la CIDH ha registrado un
número preocupante de asesinatos de comunicadores y trabajadores de medios,
cuyos motivos no están esclarecidos”, dice el informe anual de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos sobre Honduras.
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