sábado, 12 de septiembre de 2015

Columna:



El desarrollo de la tecnología ha cambiado las formas de vida. No se puede concebir los días sin electricidad o sin conexión a Internet. Este último elemento, desde su invención, revolucionó las maneras de relacionarse y trastocó el panorama de los medios de comunicación.

José Luis Orihuela, docente de la Universidad de Navarra, en una entrevista con la agencia creativa Stuart, habla sobre este fenómeno en el que, según explica, la realidad tiene dos caras: el mundo ‘on line’ y el ‘off line’.

Para este experto, “se está produciendo una convergencia creciente entre el mundo en línea y el mundo físico, gracias a dispositivos móviles conectados (teléfonos, relojes, pulsómetros, gafas) con los que transitan los usuarios”.

En este moderno estilo de vida, en el que hasta los electrodomésticos tienen conectividad, la concepción de los medios de comunicación ha variado radicalmente. Orihuela explica que lo que ahora se llama ‘medios tradicionales’ fueron los creadores de la cultura de masa, la función de la ‘agenda setting’ y el concepto de audiencia.

La red modificó estructuralmente este modelo, según el especialista. ¿El resultado? Cambió el patrón de distribución por uno de acceso, las audiencias pasivas pasaron a ser activas y los medios y agendas sociales ganaron terreno. Para Orihuela, en este escenario lo que les queda a los viejos medios es su marca y su redacción.

El cambio de paradigma no es la única razón de que el modelo antiguo de los medios se presente como caduco. Orihuela afirma que otro de los factores, que no tiene que ver nada con la tecnología, es que el ejercicio del periodismo ya no se hace desde las trincheras ideológicas. “Los lectores se han saturado y buscan alternativas que no escondan sus cosmovisiones bajo el mismo paraguas de la objetividad o la independencia”.

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