Diego Spagnuolo, con Karina Milei, Lule Menem y Martín Menem, en 2023.
Señales. La Justicia Federal argentina ordenó frenar la difusión de audios atribuidos a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del presidente Javier Milei. La medida fue impulsada por el Gobierno nacional, que calificó la filtración como parte de una "operación de inteligencia ilegal" para desestabilizar al Ejecutivo en plena campaña electoral. Además del pedido de censura, el Gobierno, a través del Ministerio de Seguridad, solicitó el allanamiento de las oficinas del canal Carnaval Stream, responsable de la difusión, y de los domicilios de periodistas como Mauro Federico y Jorge Rial. La solicitud figura explícitamente en la denuncia judicial presentada por el abogado Fernando Soto, funcionario del área que dirige Patricia Bullrich.
***
Hugo Alconada Mon, Señales. Como decimos en la Argentina, el Gobierno "pisó el palito". Al pedir -y conseguir de manera preliminar- que la Justicia prohíba a los periodistas difundir cualquier grabación clandestina que haya de Karina Milei, solo logró reforzar las sospechas que rodean a la hermanísima presidencial. Si no, ¿por qué tanto afán en que no se difundan esos audios? Y desde la perspectiva jurídica y periodística, ¿qué diferencia hay entre esta iniciativa de la Casa Rosada y un acto de censura previa? La encerrona en que se metió el Gobierno comenzó a gestarse hace meses, cuando alguien grabó al entonces titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, mientras vomitaba broncas y sospechas contra sus superiores dentro de la Casa Rosada a los que endilgaba presuntos actos de corrupción. Entre ellos, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y su mano derecha, Eduardo Lule Menem.
***
Giselle Leclercq, Perfíl. El lunes 1 de septiembre, el juez Alejandro Maraniello dictó una medida cautelar para
prohibir a los medios de comunicación la difusión de los audios atribuidos a Karina Milei. Un sector del Gobierno respiró aliviado y la prensa oficialista vitoreó a favor de la acción del magistrado. Pero la calma duró poco: por la mañana del día siguiente, un fragmento de las grabaciones se reprodujo en el canal de streaming uruguayo Dopamina. Las presiones no pueden cruzar el charco. Marcos Casas es el fundador del canal y el periodista que puso al aire, en Uruguay, el audio que no se puede reproducir los medios argentinos. En diálogo con
PERFIL, contó que la decisión de Maraniello generó preocupación en la prensa de su país. “A todas luces, es una
violación a la libertad de prensa. Y no importa de qué lado de la mecha estés, eso no está bien. Se trata de un tema que trasciende banderas partidarias”, aseguró.
***